Con la guardia alta... en el Surti
Se hizo de rogar, pero por fin se celebró. El concierto con el que presentábamos el proyecto musical MingoFisuras pudo cantarse, bailarse y beberse... después de pasar confinamientos y restricciones de virus y labis. Del apocalipsis a la fiesta. Del local de ensayo, preparando al recién nacido ‘2020ados’, al Surti de Zarautz. 20 kilómetros para llegar al reino de la animosa/generosa Jeni, que también fue musa en otro siglo (como nuestra querida Raquel), que nos abrió sus puertas segura de que su bar es el mejor suelo para pisarlo y pasarlo bien, el mejor local para bailar y cantar y beber y volver a ver a amigos y enemigos clandestinos.... 20 kilómetros que hicimos en un plis-plas porque si algo no se olvida en esto de la música pobre es cargar y descargar el material bélico/musical y ponerlo a punto de escenario a ras de suelo, para crear esa guerra de guerrillas que es un concierto fuera del sistema, de los que no se cobra entrada y no te obliga a ser correcto con nadie ni con nada... es nuestra única ‘pobre venganza’, esa de poder bailar y cantar sin dar cuentas a nadie...
Así para las ocho y veinte de la tarde de un soleado 7 de mayo de 2022, y tras olvidarnos de dar sonido a una terraza que vive mejor de las rentas que le regalan sus grandes ventanales, el quinteto guerrillero está preparado para atacar. El amigo/enemigo lo tenemos ahí, enfrente, dispuesto a resistirse. Cuatro de esos guerrilleros somos veteranos curtidos, acostumbrados a cubrirnos las espaldas unos a otros en mil escaramuzas musicales. La quinta es una guerrillera nueva en el grupo, que no novata en la pelea de baquetas. Hay expectación entre tanta testosterona (venida a menos) por ver cómo va a luchar la chica. Sin duda, es la más brava, la más salvaje entre todos los que, en vez de tarima, pisamos la alfombra que Jeni nos ha colocado diciendo: “este es vuestro territorio, es vuestra zona inviolable”.
Testamos el sonido con la vieja ‘Te vi caminar’, un seguro que nos permite escuchar las guitarras y las voces en plena potencia.... el amigo/enemigo nos da un ok sin palabras. Dentro de la alfombra nos oímos dispares, en un lado la guitarra de Iñaki; en otro el teclado de Fernan... es la disposición que hemos decidido, la que creemos más lógica y solida para la batalla. No nos damos tiempo para la duda. Arrancamos, después de un saludo mínimo y un agradecimiento a Jeni por su generosidad, con ‘Hasta que a ella le de la gana’, tema que abre ‘2020ados’ y que también abre la fiesta del Surti. De hecho, ese va a ser el orden del concierto, el que nos marca el disco. A medida que van sonando las canciones, la resistencia que encontramos en el frente de amigos/enemigos va cayendo, va rindiéndose. Comienzan a atreverse a cantar, a moverse, a aplaudir, a gritar, a disfrutar... Con ‘Lo que el tiempo no borró’ nos acompaña Juancar Landa a la voz y con ‘Fiesta al Rojo’ las zonas skatalítica y desmadradas, con los solos de Iñaki, Fernan, Cami y Nagore se desata el gran baile que ya no se detiene hasta el final, un último puñetazo en el rostro que te grita ‘No bajes la guardia’, tema arrancado al futuro, a lo que vendrá en breve.
Rendición total del enemigo/amigo.
Fotos y videos en el álbum compartido:
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