viernes, 15 de septiembre de 2023

Concierto en Bar Iribia - Ancín

Entre rayos, chupitos y barbacoas

Que sí, que no, que caiga chaparrón.... con la letra de esa canción infantil se podría resumir lo que aconteció en el concierto/farra de Ancín. La incertidumbre nos acompañó hasta el último minuto. Que la furgo está averiada y no se sabe cuándo estará lista, que si se prevén tormentas intensas con intenciones de aguar la fiesta, que si Pilar tiene apalabrada una habitación pero que quizá mejor si Fernan lleva la autocaravana por si acaso... No sabemos qué hacer. El repertorio está ensayado con Nagore pero en vísperas del concierto (sábado 9 de septiembre) no teníamos claro si esa fiesta que queremos ofrecer a Pilar y Andoni, iba a poder llevarse a cabo. 

Ni Cami sabía cuánta carne encargar para la barbacoa prometida. Karmina ya se ha caído, la incertidumbre nunca le hizo gracia.. y además las madres lo son para toda la vida. Viernes gugleando. Miramos en los oráculos de Meteonet, Aenet, Tiemponet.. En todos dan posibilidad de tormentas por la zona en la que nos vamos a mover, pero alguno dice que será tarde y además el pastor le asegura a Pilar que será ya entrada la noche, así que a las 11 estamos cargando la furgo que, ¡¡¡por fin!!! (y gracias a la llamada urgente de Fernan) está arreglada (un problema menos). 

Cami nos espera en el camping de Acedo con el bañador y el delantal. Fisuras/Lola en su coche, por si hay que salir zingando, Fernan ni caravana ni bici, en el último momento prefiere perderse con su Triumph, Nagore y Mingo en la Transit. Y a las 14.00 todos comiendo, después de un piscinazo reparador, en el bungalow de Cami/Arantxa junto a otra decena de amigos. Pilar y Andoni nos reciben con esa navarridad tan generosa que han adoptado y agrandado. Montamos el tinglado en la terraza-callejón del Iribia, su bar, mientras miramos el cielo. Un ampli aquí, una mirada arriba, donde asoma un poco de viento y el cielo que parece oscurecer detrás de los campos...

Son las 19.00 y no hay marcha atrás. Hacemos la prueba de sonido con un ‘Tienen miedo’ gregoriano/mamarracho. Y algo de eso hay porque cae alguna gota que nos hace recurrir a los toldos de la terraza. Sabemos que es un intento ingenuo ya que, si de verdad cae, ningún toldo nos protegerá. Querer detener con una tirita la hemorragia de un descuartizamiento tailandés. Bueno, hay un deseo claro de llevar adelante el concierto, así que Iñaki rasga el primer acorde de ‘Te vi caminar’, nuestra canción/prueba, el termómetro al que recurrimos para engancharnos al escenario. Parece que, como los indios Arapajoes, hemos invocado a algún dios y la lluvia ha cesado.

Recuerdo, con cierta nostalgia, que esta canción ya la tocamos en el Shangai, la casa donostiarra de Andoni/Pilar, cuando presentamos nuestro primer disco, ‘Lagrimas del Sur’, allá por el final del siglo pasado. Es curioso comprobar cómo hay canciones que hacen de taxistas autistas, que te llevan a lugares y tiempos a los que no puedes volver y de los que no quisiste escapar... Improvisamos con la intro/armónica en ‘Por el placer de verte caer’ y entramos en los temas controlados de ‘Se apagaron las luces del bar’ y ‘Un puñado de canciones’. Respuesta bailona y agradecida del medio centenar de personas que nos ven subidos en la tarima de escasos 50 cm de altura cuando tocamos las rollingstonianas ‘Tina’ (con una parte central medio improvisada) y ‘Tienen miedo’ (especialmente lograda con una renovada energía). 

Hay aplausos que suenan de verdad y bailes de camareras/madres de ojos azules y look okupa. Y el agua no aparece ni en los vasos ni en el cielo. Atacamos el set de las canciones del segundo disco: ‘Los caprichos del ayer’ (que presentamos como ese tango que quiso y no pudo ser), la rumbosa ‘Allí naciste tú’ y ‘El aburrido paraíso terrenal’, que últimamente parece que se nos escapa en velocidad incluso aunque el jefe Andoni coja con timidez las maracas. ‘Olvidé’ que se aligera sin la intro, ‘El álbum de mi memoria’ sin el gancho que la hacía imprescindible. Dejamos otra vez ‘Volver al punto donde me perdí’ y ‘Perro fiel’ (hay que mirar el repertorio en esta zona porque son canciones que se anulan sistemáticamente). El baile vuelve con ‘Labios’, y las dos ‘fiestas’ para pasar a la velocidad rockanrrolera de ‘Si quieres o si puedes’ y a la sorprendente ‘Tú decides’, que suena como nunca se había oído. El concierto se ha salvado, tan solo queda ‘No bajes la guardia’ y la posibilidad de un bis en el que tengo reservada una sorpresa a Andoni y sus nostalgias poperas. 

Algo que no puede darse porque, en mitad del ‘cuadrilatero’ sonoro que hemos montado, de nuevo se abre el cielo para descargar todas las lágrimas de ese pobre hombre que sobrevive encerrado en sus 30 metros cuadrados recibiendo golpes que no sabe de dónde le vienen. 

Terminamos la canción bajo una cortina de agua que cierra el abismo del pequeño tablado y salpica con generosidad entre cables, guitarras, amplificadores y teclados. El material corre peligro y nosotros también. Es lo que tiene unir electricidad y agua, siempre le fue mejor el guisqui y la cerveza. Recogida de urgencia a lugar seguro mientras amaina y podamos transvasar a la furgo...

Y tras la cena llega el desbarre del que Fernan apenas recuerda nada y Nagore todavía busca que un rayo la parta en la oscuridad de la carretera que separan Ancín y Acebo (aunque con lo cabezona que es seguro que antes se parte el rayo que ella). Luego ya fue domingo de resaca y piscina y barbacoa, pero eso fue al día siguiente de la gran tormenta de Ancín....

iraila2023 Enrique Mingo

viernes, 4 de agosto de 2023

Concierto en Ollauri

Baños de vino y canciones roncas en Ollauri

Ollauri se presentaba como ese escenario ideal para una celebración que trascendiese más allá de lo musical. Había camas y barbacoa, ríos de los mejores vinos y de las mejores aguas del Ebro, árboles y guitarras afinadas en "F" de fiesta a lo grande. Y de esa manera se planteó desde el comienzo el concierto que íbamos a dar el viernes 28 de julio. Un concierto que se gestó después insistir, casi acosar, a las fuerzas vivas municipales de esa localidad riojana. 

Y aunque los participantes fueron cambiando y las provisiones de material bélico se fueron ajustando, y los colchones cambiaban de nombre y la cerveza de marca, el jueves, día previo al evento la "Transit" se cargaba en Ibaeta con lo importante, el cemento y ladrillo que sujeta la excusa, el muro por el que escalamos a nuestro "Paraíso terrenal", ese que intentamos sea lo menos aburrido posible. Y Nagore se unió esa misma noche y Fisuras madrugó para el chapuzón en el "Tirón", a tiro-lapo del pueblo de la Lola, que con inmensa y doble pena tuvo que ausentarse de la partida. Y Cami apareció cuando el sol caía a plomo y el cuerpo pedía siesta y amodorramiento, y Fernan, envidioso por esas fotos-refresco que , acelera su "Triumph" para colarse entre los coches de una "A-1" que da por culo en fines de semana de fines de meses vacacionales.

Y estamos ya todos en la plaza del pueblo, con tiempo para probar y hacer que esta vez el micrófono del bombo de Nagore salga sin roces, y que el teclado de Fernan ni se pierda ni se pase ante la guitarra de Fisuras, y que las voces se oigan sin tener que darlas un plus de garganta, y que no piten los monitores, y que el bajo de Cami haga la argamasa mágica que una ritmo y melodía... bueno, hubo tiempo para eso y alguna cerveza que aplacase la crueldad del sol riojano de final de julio.

Una pared nos guarda la espalda. Las mesas del bar se distribuyen de manera que nos guardan el frente. Dan las 20.30 en un reloj imaginario y ‘Te vi caminar’ sirve, como siempre, para tomar una temperatura al sonido-ambiente que, en esta ocasión, no nos deja tranquilos ni felices. Pita algún monitor y es necesario reajustar un poco los volúmenes, que con ‘El placer de verte caer’ están ya controlados. 

Y va cayendo el repertorio que tenemos escrito en chuletas para miopes, y todo transcurre por una lógica y normalidad aprendida en miércoles de ensayos o conciertos de camping. Pero la lógica se quiere rebelar esta vez y la voz de Mingo empieza a romperse y ‘Tienen miedo’ parece que le avisa de que a lo mejor todo finiquita ahí si no controla su garganta. Un trago salvador y un planteamiento ‘conservador’ del concierto (poco grito y control de daños) hacen que recupere la presencia ante el micrófono, incluso que realice versiones melódicas de ciertas canciones (‘Perro fiel’, ‘La fiesta’, ‘Sara’, que por cierto, como sirve para que Fisuras cambie una cuerda de su guitarra y entre en el momento preciso de su solo), y por primera vez MingoFisuras para una canción que ya ha comenzado, ‘Labios que inventé de madrugada’, la maldita memoria que no encuentra las palabras cuando no empiezas con la frase correcta. En esta ocasión no hubo ni frase correcta ni incorrecta, simplemente no hubo más que un silencio que llevó a la confusión.

Accidente que no supuso nada grave porque, después de dejar fuera ‘Olvidé’ y ‘Volver al punto donde me perdí’ (esta última no admite dudas en la voz), la trilogía de nuevas ‘Caprichos del ayer’, ‘Allí donde naciste tú’ y ‘El aburrido paraíso terrenal’ (con Nagore bajista a las maracas) la temperatura había vuelto al punto álgido del concierto, para dejar que ‘Fiesta al rojo’ volviese a ser el umbral que daba paso a los cañones rocanrroleros (‘Si puedes o si quieres’, ‘Tú decides’ y ‘No bajes la guardia’) que servían para despedirnos de la plaza con las farolas encendidas y los soles apagados. Sensación extraña de pensar que la gente ha estado bastante indiferente a nuestras canciones. 

Sensación que pronto se disuelve en nada cuando se acerca el propio alcalde con un amigo para pedirnos que toquemos algún tema más, que a la gente le ha gustado mucho el concierto y que, aunque no conocían las canciones, han estado muy interesados en lo que han escuchado. Pienso que si lo dice el alcalde... será verdad. 


Y como tampoco necesitamos que nos insistan mucho para volver a coger los instrumentos, cae ‘Princesa roja’ de un eterno comienzo ya que Fernan ha debido de perderse en algún lugar del bar... y terminamos con una nueva versión de ‘Te vi caminar’, que vuelve una y otra vez a sus solos de guitarra. 

Ya está el concierto.... luego vendrá la cena y los chupitos de güisqui, ron, tequila... 

y las risas en casa, y el brunch con magras de tomate, y de nuevo el río de vino y aguas del Ebro, y del Tirón.

uztaila2023 Enrique Mingo

jueves, 27 de julio de 2023

Concierto Camping Hondarribia II (crónica)

Nuevo atardecer en Hondarribia

Quedé con Fernan en el local para recoger el material para nuestra segunda quedada en el Camping de Hondarribia. Fisuras y Mingo no tardaron en aparecer con la furgo. Todo ordenadito y con sitio de sobra, que no suele ser lo habitual. 

Voy en busca de nuestra Nagore que espera con su furgoneta cerca del local. Tres partes para un mismo objetivo, la reconquista de Hondarribia. "Mingo" y "Fisuras" con el equipo e instrumentos varios. "Fernan" en su moto con su casco impecable. "Nagore" y yo mismo, en la otra furgo transportando la batería. Todos rumbo de nuevo al camping.

Aunque el bolo es a las 20h30m,  nosotros estamos en danza dos horas antes buscando sitio para aparcar. Tarea tremendamente complicada por la cantidad de vehículos y campistas que hay de todos los orígenes. 

Nada más empezar a montar, los primeros saludos de nuestro entrañable "Darius" y campistas del anterior bolo. También aparecen los primeros refrigerios para aguantar el día caluroso, que por supuesto, no nos faltaran hasta finalizar la jornada. Agradecen nuestra visita y con ganas de volver a pasarlo bien a sabiendas que vamos a realizar el mismo repertorio. Aunque es el día de reflexión antes de las elecciones generales, nadie realiza ningún comentario sobre el tema. 

Empieza el concierto con "Te vi caminar".  El sol del atardecer a nuestra izquierda, que con el paso de cada tema, irá recorriendo nuestro setup "columpio" llegando a un atardecer de ensueño. 

"Por el placer de verte caer" calentamos motores para pasar a "Se apagaron las luces de bar". El público empieza también a calentarse con "Un puñado de canciones" y nuestra querida "Tina"

El repertorio sigue su curso sin problemas llegando a un tema que nos deja extasiados y disfrutamos de lo lindo "Álbum de mi Memoria". "Fisuras" nos marca el inicio con su inconfundible sonido de guitarra, "Fernan" nos transporta con sus sonidos colchón que es imposible no disfrutar, "Nagore" nos hace sentirnos vivos con sus ritmos influencias "Pink Floyd" que hace rugir el bajo de "Cami". "Mingo" vuelve hacerlo, sacar el alma de esta canción tan especial para todos. Surge una nueva versión.

Llega el momento "Fiesta al rojo" y la gente se vuelve bailonga, hasta los más peques se atreven con sus primeros pasos de baile que denotan que el R&R no ha muerto y tiene futuro.

La última parte llega y nuestro plato fuerte brilla con "Tú decides" y "No bajes la guardia" , que como dice mi querido amigo "Fernan",  "va como un tiró".

Esta vez el bis con "Sara", "Princesa Roja" y de nuevo "Te Vi Caminar", cierra el bolo en este santuario del atardecer.

Final feliz y objetivo cumplido.

uztaila2023 Camilo Mateo

jueves, 13 de julio de 2023

Concierto Camping Hondarribia I (crónica)

Atardecer en Hondarribia

Fernan cerró, mano a mano con su colega Aitor/Gran Lewosky, el bolo en el camping del Faro de Hondarribia para el sábado 8 de julio, tras confirmarse que los intentos del Piri este año no salen. 


Miramos constantemente el amenazante cielo nublado. Sabemos que todo pierde sentido si comienza a llover porque el concierto lo venden, y se entiende, como la banda musical de una espectacular puesta de sol. Y así lo planteamos poniendo el escenario bajo los columpios, a la espalda del horizonte marino. 


El montaje va rápido y tenemos tiempo para hacerlo de una manera relajada y, además, no es necesaria una prueba de sonido larga porque el ‘Te vi caminar’ que nos sirve para abrir los conciertos suena bien desde el primer riff de Fisuras. 


Nos enfundarnos nuestras coloridas camisas. Afinamos y a las ocho y media en punto, como por megafonía han anunciado a todos los veraneantes, comienza a sonar de nuevo el riff de la canción que nos sirve de prueba e inicio.



Karmina, Lola y Juan llegan por los pelos. La familia de Arantxa ocupan una mesa. Las Mingas que han podido acercarse lo han hecho (Joseba, que se me declaró como mayor fan de la banda, se rompió el peroné... una mala caída de moto). Veo a Borja que quiere situarse en la mejor zona sonora para hacer una crítica con criterio, a Juanjo... 



Suena bien y es un acierto abrir con esta canción que nos sale sin pensar, que nos relaja y nos pone en actitud de rockanrroll, que dominamos y llevamos al terreno que nos da la gana. Y a quienes están enfrente les llega todas esas sensaciones, se siente y se transmite. El repertorio y el sol van cayendo cogidos de la mano en el mismo orden del anterior concierto de Igeldo: ‘Por el placer de verte caer’ cada vez más abierta e improvisada, ‘Se apagaron las luces del bar’ en la velocidad bailable, la balada ‘Un puñado de canciones’, las guitarreras ‘Tina’ y ‘Tienen miedo’... 



El repertorio suena compensado. Mezcla de tiempos y ritmos, temas más abiertos con otros más cerrados que necesitan más concentración. Quien no nos conoce se mantiene atento, expectante en las canciones del nuevo disco ‘Caprichos del ayer’, ‘El aburrido paraíso terrenal’, ‘Allí naciste tú’ y mientras el sol incendia el horizonte nosotros entramos en el momento psicodélico de ‘El álbum de mi memoria’, el grunge de ‘Volver donde me perdí’ y la fiesta alegre de las canciones más folkies ‘Labios que inventé de madrugada’, ‘La fiesta se alargó’. Tras presentarse la banda con ‘Fiesta al Rojo’ y para terminar metemos el rockanrroll más veloz y guitarrero del repertorio que acaba con ‘No bajes la guardia’.



La intención era hacer un par de bises y al segundo “beste bat” ya sonaba el piano de ‘Sara’, a la que pretendíamos improvisar una entrada progresiva de la banda. Las improvisaciones se pagan, aunque para la próxima quedará mejor...


Cerramos igual que abrimos, con una canción de aquel primer disco de Mingo Efikazes titulada ‘Princesa Roja’, una canción a la que podemos dar el sabor que en ese momento llevemos en la boca y el alma. 24 canciones, casi 2 horas de concierto y la noche aún se resiste a caer.




uztaila2023 Enrique Mingo 


viernes, 2 de junio de 2023

Concierto en Undermount (crónica)

Mingo&Fisuras, las nuevas gallinas de Undermount


Igeldo, ese barrio/monte donostiarra que quiso ser pueblo independiente con Txapela pero que sigue siendo la txapela de la ciudad (mejor el ‘tocado’ de tan presumida ciudad), nos daba el cobijo que nos niega la Donostia presumida, en la que todavía no habíamos podido mostrar nuestro ‘2020ados’ y en la que tanto cuesta encontrar un escenario para las creaciones de apellido humilde. 




Y todo gracias a que en lo alto de la ciudad hay quien, con algo de coraje y mucha ilusión, ha reconvertido unos viejos gallineros en espacios acogedores a la cultura sin relumbrón. Esos espacios diáfanos de hormigón, en los que en el siglo pasado escuchaban el cacareo de miles de gallinas, hoy son un generoso y complicado escenario sonoro para el R&R y sus novias musicales.




Cuando Laura nos abrió la puerta a su ‘gallinero’/Undermount no lo pensamos dos veces. Recogimos aquel último repertorio que como MingoFisuras habíamos desparramado por las montañas del Pirineo en el lejano julio del pasado 2022 (10 meses atrás), y lo recompusimos incorporando temas en los que nuestro bebé ‘Sin bajar la guardia’ enfureciese al ya acomodado ‘2020ados’.


Con estos cambios sentimos en los ensayos que ganábamos en ritmos alegres que pueden dar más juego en el directo. Al menos esa es la intención, además de dar una sustanciosa cata de lo que van a encontrarse en el nuevo álbum. Y los últimos ensayos con Nagore van en esa dirección.


Llegó el domingo 21 de mayo como el día de un examen para eternos estudiantes a los que les jode suspender la única asignatura que no necesitan aprobar. Y llegaron los nervios de un temario sonoro al que no hincaban el diente desde hacía mucho tiempo, con los apuntes desparramándose en folios llenos de tachones y dudas, que se convertían en rebotes entre esas paredes de hormigón y enormes ventanas hacia el verde y el mar.


Confiábamos en que ese centenar y medio de promesas hechas por un vermú y la puesta en escena de nuevas canciones (tan solo presentes en el mundo del ciber-espacio) hicieran un poco de argamasa y que todo ese sonido incontrolable pudiera domarse y, por lo tanto, bailarse y disfrutarse. 


Por eso, cuando comenzamos con nuestro seguro de vida rockanrrolero ‘Te vi caminar’, y sentimos que los riffs de guitarra de Fisuras llegaban con fuerza (aunque nos aconsejaron muy sabiamente que se subiera el sonido de su guitarra), comenzamos a llenarnos de esa confianza necesaria para disfrutar del directo. ‘Por el placer de verte caer’ y ‘Se apagaron las luces del bar’ nos anclaban más en esa sensación y tras hacer un ligero parón rítmico con la balada tex ‘Un puñado de canciones’ (puro sentimiento, que diría Fernan), enfilamos nuestras dos rollingstonianas ‘Tina’ y ‘Tiene miedo’ antes de comenzar con el set de las nuevas y peligrosas, por inéditas en el escenario, ‘Caprichos del ayer’, ‘Allí naciste tú’ y ‘El aburrido paraíso terrenal’. 


Quizá fue con esta última con la que logramos que la ascensión a la cima de la diversión y complicidad con ese centenar y medio de cumplidoras promesas llegase a su cima más alta. Con ‘Olvidé’, ‘El álbum de mi memoria’, ‘Volver donde mi perdí’ y ‘Perro fiel’ combinamos pasos, a veces lentos y otras lisérgicos, esa parte del repertorio inclasificable e incontrolable, que marca en nuestros directos un arriesgado signo de interrogación y que en esta ocasión mantuvo la misma emoción. 



Y para el final, el puñetazo de ritmo y velocidad que controlamos con las dos country-festivas ‘Labios que inventé de madrugada’ y ‘La fiesta se acabó’, el ska gabacho ‘Fiesta al Rojo’ con el que presentamos a la banda y en esta ocasión también para felicitar a otra recién nacida criatura (menos mal que no solo nacen canciones y discos) llamada Lucas y que hace que tengamos en Cami al primer yayo/aitatxi/abuelo de la banda... después de una emoción así solo se puede continuar con el rock-punk acelerado de ‘Si quieres, o si puedes’. 



No mendigamos bises, por eso simplemente nos regalamos para el final otras dos canciones de nuestro último disco, el rockanrrol ‘Tú decides’ y el puñetazo que abre la grabación, ‘No bajes la guardia’ y que también nos sirve como lema y actitud de vida musical ante lo complicado de tocar en un viejo gallinero que da la espalda, o mejor dicho, se pone por montera a una ciudad que vive eternamente deslumbrada por los falsos brillos de las falsas joyas. 


Esperamos que el año que viene, este viejo gallinero/Undermount nos de cobijo permitiéndonos soltar las que serán nuestras próximas composiciones.

maiatza2023 Enrique Mingo