domingo, 10 de julio de 2022

Concierto en el Albergue de Piedrafita

Concierto en el Albergue de Piedrafita; la gran fiesta

(domingo 10 de julio, 16.00 horas)

Todavía con las mandíbulas doloridas por la cascada de chistes nos sentábamos a la mesa en el jardín del Albergue, con la prueba de sonido impecable, en un escenario de alfombra y sofá, un chill out tempranero de aperitivo sin aceitunas. 



Unas horas raras para el rockanroll y las guitarras ácidas... Había que dejar que los excursionistas montañeros terminaran de comer, así que nos unimos a ellos. Luego, con el café y la cabeza puesta en la vuelta a casa, comenzamos el concierto con todos los tiempos lentos que llevamos, con la idea de que los comensales hicieran tranquilos la digestión, luego ya llegaría el movimiento de pies y barrigas... así dimos paso a ‘Un puñado de canciones’, ‘Fue ayer’, ‘Olvidé’, y continuamos ya con el orden que hemos llevado en anteriores conciertos: ‘Por el placer de verte caer’, ‘Tienen miedo’, ‘Se apagaron las luces del bar’... el sol cae a plomo sobre el tejado de la txukuna caseta en la que hemos montado, el calor también comienza a subir en nuestra sangre con los ritmos de ‘Princesa Roja’ y ‘Tina’. 



Una pena que la gente que ha estado comiendo comience a desfilar, el autobús no espera y es domingo, mañana toca currar. Pero quienes se quedan, se quedan de verdad, interesados muchos por lo que escuchan, entregados los que han conectado rápidamente con la banda. No son más de una veintena.

Puedo contar a la pareja de franceses, a los que doy un “merci” de corazón, al grupo de pamplonicas que han saltado a bailar, a las cuatro mesas que siguen atentas lo que sucede musical y escénicamente, porque el concierto llega a un momento muy divertido con ‘Fiesta al Rojo’ y ‘Labios que inventé de madrugada’. 



Dentro no contamos a los que están fuera. No nos importa la cantidad. Nos auto-regalamos el concierto. Estiramos las canciones en los solos brutales de Fisuras-Fernan, Cami se mira y juega con Nagore, que llega por momentos a huir de la batería, a desertar a base de baquetazos en finales y crescendos brutales (no podremos olvidar el final de ‘El álbum de mi  memoria’).

 




Acabamos pero tenemos que tocar ‘Te vi caminar’ porque el staff del garito de Esteban ha dejado de currar y está frente a nosotros bailando. Nunca tan pocos animaron tanto. 



Acabamos con la sensación de que queremos volver mañana mismo. Esteban, antes de irnos, nos asegura que ese espacio, en el que un día vi actuar a Joe Grushecky y sus Houserockers,  estará abierto para nuestra música cuando lo deseemos.... 



¿¿Qué mejor sensación puede tenerse tras un concierto??, 

quizá la de ver que la gran mayoría de las personas que nos vió y escuchó se llevó uno de esos CD’s que hoy apenas nadie puede escuchar porque tiró el lector cuando Spotify entró en sus vidas. 

La vuelta a Donosti va acompañada de una irrompible sonrisa... ya imaginamos los conciertos pirenaicos del verano que viene.

sábado, 9 de julio de 2022

Concierto de Formigal

Concierto de Formigal; bajo la mirada de La Foratata

(sábado 9 julio, 19.30 horas)

No hay resaca. Tras la cena y las clases de filosofía para novatos, nos fuimos a sobar. 

Al día siguiente el plan inicial comenzaba torcido. Fernan iba mosqueado a la vermutería El Mentidero, en Sallent. Había quedado allí con el dueño para hablar del concierto que debíamos dar a media tarde, pero algo le olía mal porque en sus conversaciones telefónicas sentía que el tío le estaba dando largas, hablándoles de problemas estúpidos... El del Mentidero era eso, un mentiroso. Nos quedábamos sin concierto y de eso nos enteramos a las 11.00 de la mañana. Pintaba muy mal... pero algo mágico debe desprender el aire de la montaña, porque, casi sin darnos cuenta, teníamos la posibilidad de tocar en la misma estación de Formigal. 

La relación con Espe, una de las promotoras de la asociación cultural de ese ‘barrio’ de Sallent, nos dio la posibilidad de un concierto “improvisado” en una de las plazas/campas con las que cuenta la estación de esquí. Ya teníamos hora y lugar. Bajo unos enormes pinos y la atenta mirada de la Foratata. Un escenario idílico. En un principio les hubiera gustado que tuviéramos en el repertorio alguna versión de algún grupo reconocido y cantable, digamos un Último de la fila, un Sabina, un Canto del loco... pero no, no tocamos ningún tema que no sea nuestro. Aún así le pedimos que confiara en nuestras canciones, en nuestro sonido de banda.... lo hizo y creo que no se arrepintió, porque desde aquella moqueta de hierba y bajo esos pinos majestuosos, hicimos un concierto redondo. 

A una distancia prudencial, gente que llenaba las terrazas de los bares escuchaba y aplaudía. Algún niño bailaba sin las vergüenzas de sus padres... alguna sorpresa sanferminera se unió a la fiesta. Iba sonando contundente el repertorio. Sin altibajos. 



El equipo sujetaba lo que en un principio podía parecer difícil: sonar a banda en un espacio tan abierto. Pero ahí aguantaron bien las baladas ‘Fue ayer’ o ‘Un puñado de canciones’, y el suave viento que llegaba de la montaña bailaba con los medios tiempos de ‘Princesa roja’ o ‘Lo que el tiempo no borró’, con la skatalitika y divertida ‘Fiesta al Rojo’, o la country ‘Labios que inventé de madrugada’... Del disco dejamos fuera ‘Volver al punto donde me perdí’, una canción que nos exige más seguridad y confianza para sacarle toda su esencia... 

Los riffs psicodélicos de ‘El álbum de mi memoria’ se escaparon por las alturas nevadas y las luces del bar esta vez no se apagaron porque el sol que iba cayendo despacio bailaba y brillaba sobre nuestro rostros, podría también ser una sonrisa... hasta que una nube oscura se lo tragó y nos recordó que estábamos tocando sin techo y que las tormentas del Pirineo son repentinas y brutales. 



Final con ‘Te vi caminar’ para dejar el camino bien pisado y abierto a nuevas visitas... Recogida rápida y chistes infinitos de un Faustinez pletórico en una cena inolvidable.


viernes, 8 de julio de 2022

Concierto en el Ibon de Panticosa

Rockanroll en la montaña (Tres días de MingoFisuras en los Pirineos)

Demasiado fácil y bonito para ser cierto. Fernan llega un día al ensayo y nos dice que si buscamos un fin de semana en julio, su amigo Pedro de Panticosa nos puede mover unos bolos por esa zona del Pirineo... Esas cosas que se dicen y que raramente pueden llevarse a cabo porque pertenecen al mundo de los sueños... siempre hay calendarios de trabajo, planes familiares, madres a las que cuidar, bolos que Nagore tiene comprometidos con alguna de sus múltiples bandas... De todas formas, tentamos a la fortuna y al calendario. El finde del 8-9-10 es el único disponible y un wasap nos moviliza. Respuesta casi inmediata: todos pueden, incluso Nagore confirma que está libre ese finde, que no sabe cómo la dejará el txupinazo de los sanfermines, pero que contemos con ella... Increíble pero la parte más complicada ya está resuelta.

Fernan contacta con Pedro y su respuesta es: “en Panticosa tenemos asegurado el viernes en el Bar Ibon, en Sallent hay una vermutería que podría tantearse para el sábado y también se puede confirmar el Albergue de Piedrafita para el domingo (El albergue de Piedrafita, ¡¡¡aquel maravilloso lugar en el que tocó Joe Grushecky y sus Houserockers hace casi 20 años!!!!, solo por eso ya merece la pena ir a tocar)".

El tinglado está montado. Tenemos dos semanas y un ensayo/resaca con Nagore el jueves, víspera a la salida. La intención es sumar un par de canciones al repertorio que habíamos hecho y tan buen sabor de boca nos había dejado en Zarautz. La base volverá a ser ‘2020ados’ pero vamos a ensayar 'Tú decides’, otro rockanroll del ya masterizado ‘Sin bajar la guardia’ y también recuperamos dos viejos clásicos de Mingo & Los Efikazes, ‘Recordando a Lou’ y ‘La línea blanca del dolor y del placer (Sara)’. Llevar material variado, con 24 temas, para intentar  responder a lo que nos encontremos en los diferentes escenarios...


Concierto en el Ibon de Panticosa; llegar, romper y filosofar...

(viernes 8 de julio, 20.00 horas)

Sale a las 11 la Transit, cargada con todo el material y Fisuras, Nagore, Mingo, Karmina y Faustinez. El resto de la banda y agregados (Cami, Fernan, Juan y Silvia) llegarán con todo descargado y colocado. El concierto está anunciado para las 20.00 horas. La furgo se porta de maravilla y para las 5 estamos sobre un tablado muy apañado en una especie de callejón.

Panticosa nos recibe con un mercado medieval y a la misma horas del concierto hay programado un espectáculo de cetrería. Hemos peleado contra todo tipo de rapaces, pero no con las de plumas de verdad. 

Llega la segunda parte de la expedición y tanto el montaje como la prueba de sonido van rápidas. Ajuste de monitores, ¡que no pite nada por favor!. Charly, el dueño del Ibón, ofrece cerveza con generosidad. El sol sobre las montañas aprieta. Cambio de ropa y ya estamos arriba. Calentamos, probamos con ‘Te vi caminar’, suena bien y Fisuras rompe una cuerda. ¡¡Joder, esto es llegar y romper!!.

Hay buen ambiente abajo, en la terraza y en la calle. Atentos a lo que pasa en el escenario algunos-as, a su bola otras-os. Aprovechamos el cambio de cuerda para alabar el paisaje, las majestuosas montañas que se alzan frente al escenario, y agradecer a Charly y Pedro que hayan hecho posible el concierto. 

Ya está Fisuras listo y continuamos con el orden del disco: ‘Hasta que a ella le dé la gana’, ‘Por el placer de verte caer’, ‘Tienen miedo’, ‘Olvide’.... Tras el primer tropiezo, nos vamos sintiendo cómodos, sueltos. Abajo la respuesta es buena. La gente que llega se queda, la que estaba no se va. Aplausos en algunos temas, en otras silencio que no es molesto. No sabemos si quieren algo más rápido o más lento, más guitarrero o tranquilo. Es mejor no entrar en esas lógicas y disfrutar sin más de tocar nuestras canciones. Eso buscamos. 


La anécdota de la siguiente rotura llega cuando Nagore, en medio de ‘La fiesta se alargó’, ya en la parte final del concierto, metida en el ritmo country de la canción, se le estropea el pie de la caja y, ¡sin dejar de tocar en ningún momento! y con los intentos por parte de Fernan de ayudarle... termina tocando con la caja en la mano, como una tamborrera punky. Los recursos de Nagores son infinitos e inescrutables, seguro que podría seguir tocando debajo del agua. 

Terminamos el repertorio, y esta vez, con respecto a Zarautz, hemos incluido la balada ‘Perro fiel’. No son las 22.00 todavía y como hemos prometido que ese sería el momento del fin, hay quien lo reclama: “Quedan 10 minutos”. Es cierto, lo prometido es deuda, así que le damos una vuelta a ‘No bajes la guardia’, un cierre que nos recuerda que tenemos otros dos días/conciertos por delante y que hay que estar atentos a lo que nos llegue, tener capacidad de sortear los inconvenientes que puedan llegar... No bajar la guardia

Luego cena en el mismo Ibón con las clases filosóficas de alguien que vio la silla y la oportunidad de ejercer de maestro....

Estreno video musical "Mísero corazón"